jueves, 21 de noviembre de 2013

Mantemer el pelo fuerte y sano

  1. La alimentación

La alimentación es una de las claves para que nuestro pelo esté sano y fuerte. Las dietas milagro, por ejemplo, provocan desequilibrios en el organismo que pueden afectar negativamente al cabello.


El pelo está químicamente compuesto por agua (70%), lípidos (2%) y proteínas (28%). Estas determinan la dureza y fortaleza del cabello. La más abundante es la queratina. Los lípidos (ácidos grasos, ceramidas, sulfato de colesterol…) nutren y dan brillo al cabello. En cuanto al agua, aporta sales minerales y diversos elementos químicos (calcio, potasio, cobre, azufre…).
El cabello crece continuamente, por lo que se convierte en un registro químico, prácticamente diario, de los alimentos que ingerimos. Una alteración en la alimentación modifica los niveles de los elementos que lo componen y pueden alterar la salud del cabello.
 Donde enconrar algunos de estos componentes:


  • AZUFRE – Verduras (brócoli, repollo, puerro, espárragos…), frutas (piña, coco…) y quesos. Favorece la depuración de toxinas y ayuda a tener buenas digestiones. Mejora la calidad del cabello, favoreciendo la síntesis entre queratina y colágeno.
  • HIERRO – Vegetales de hoja verde (como las espinacas, las acelgas...), la soja, las lentejas y la carne de pavo o de pollo. Indispensable para transportar oxígeno y proteínas y ayuda a metabolizar las vitaminas del tipo B. Su carencia produce anemia ferropénica o carencial, y ello comporta falta de energía o astenia, incremento de la fatigabilidad, dificultades de concentración y, en cuanto al cabello, lo vuelve más quebradizo y frágil.
  • ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3 – Nueces o pescados azules, como el atún, el mero o la merluza. Reduce los niveles de colesterol «malo» y mejora los del «bueno», disminuye la concentración de triglicéridos y ayuda a quemar grasa. Su déficit provoca sequedad en el cabello, volviéndolo más opaco y sin docilidad.
  • POTASIO – Verduras (como el calabacín, el champiñón o la calabaza), frutas (como el melón o los kiwis), yogures y pescados (como el salmón o el emperador). Ayuda en la síntesis de proteínas y en el metabolismo de los carbohidratos. Un déficit en los niveles de potasio trae como consecuencia una piel poco tonificada, unas uñas débiles y un aumento de la caída del cabello.
  • ÁCIDO FÓLICO – Legumbres, como los garbanzos o las judías; o cereales como el arroz o el pan integral; frutas como las naranjas u otros cítricos. Su carencia puede producir anemia, como en el caso del hierro, pero en este caso de tipo macrocítico. Interviene en el proceso de formación de la metionina, un aminoácido azufrado, necesario para el folículo piloso.









2. Remedios caseros

  • Cambia tu cepillo clásico por uno de fibras naturales, preferentemente de puntas redondeadas y de un material natural (como la madera y/o las cerdas de jabalí, yo uso el de madera para peinarme habitualmente porque no rompe el pelo y el de cerdas de jabalí para arreglarme el flequillo con el secador).
  • Si te peinas cuando el pelo está mojado lo romperás con mucha facilidad porque el pelo en ese momento está muy débil, procurar peinarse con el cabello seco o lo menos mojado posible, y peinarse despacio y sin tirones, la forma adecuada es cogerse el pelo en un montón con una mano y con la otra peinarlo con suavidad, primero coger el montón de las puntas y peinarlo, una vez desenredado, coger todo el pelo junto y seguir por la parte del medio y al final la de arriba.
  • Evita el secador, a no ser que tengas protector térmico.
  • Procura usar menos las planchas, tenacillas y cosas por el estilo.
  • Evita echarte moldeadoras, desrizantes, tintes, mechas, etc., tu misma, es mejor ir a la peluquería porque hay formas más naturales de hacerlo.
  • Lávate el pelo siempre con el agua templada o más bien tirando a fría, el agua caliente es malísima para el cabello.
  •  Córtate las puntas del cabello de vez en cuando (depende de lo que se te suelan estropear, pero al menos cada 2 ó 3 meses)
  •  Una vez a la semana ponte en el pelo esta mascarilla echa con: huevo, aceite de oliva y miel (la cantidad depende de lo largo que tengas tu cabello). Aplícala al pelo (pero sin ponértela en el cuero cabelludo o raíz, masajea bien tu cabello con ella para que penetre bien, (el tiempo que las debes dejar actuar depende del tiempo que tu tengas y lo dañado que esté tu cabello, si lo tienes poco dañado con 20 ó 30 mintuos será suficiente, si lo tienes muy dañado yo lo que e echo en esas situaciones ha sido dejármela puesta un día entero que sabía que no iba a salir y aprovechando esto me he puesto la mascarilla), cuando consideres que te la debes quitar, lávate el pelo y acláralo muy bien, esta mascarilla nutre el pelo y lo repara, cuando la pruebes te darás cuenta de como te deja el cabello de nutrido, fuerte y brillante.
  • Date un enjuague diario o cada vez que te laves el cabello con  infusión de romero.
  • Corta varias hojas de aloe vera en trocitos y déjalas en agua toda la noche para que suelten la baba, usa el resultante como mascarilla para el cabello, dejándolo el mayor tiempo posible y luego lavándolo de la manera habitual.


Usa alguno de estos trucos y veras como te irán muy bien. Y no empieces una dieta sin consultar antes a un especialista.




            

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